Miedo me da que, si por casualidades del destino, nos crucemos con el Nápoles en Europa League este año. Qué manera de repartir leña, desde minuto 1 al 94, un juego brusco, perfectamente evitable y favorecido por un árbitro permisivo, que ha servido para tres cosas: prepararnos bien para cuando nos toque un equipo duro y correoso como el italiano de hoy, poner a prueba nuestra capacidad física y saber cómo reacciona el equipo de Marcelino ante estas situaciones.
Pese al gol que nos han marcado (el tercero de la pretemporada), le doy un sobresaliente a la defensa de hoy. Organizada, rápida, contundente, en definitiva bien colocada. Me han sorprendido Alexis y Spahic hoy, el primero para bien y el segundo para mal. Parece que el bosnio ha salido pasado de vueltas, como si Marcelino lo hubiera puesto sabiendo que iba a dar leña. Quizás fuera necesario repartir, para que estos camorristas supieran que su violencia para nada nos iba a descentrar, pero el penalty ha sido infantil y previsible para un jugador que del que se destacan sus más de diez años de experiencia. Por su parte, Coke me ha gustado, más allá del gol, pese a uno u dos fallos que ha tenido por mera falta de concentración. Pero quien de verdad sí está teniendo una edad de oro en este nuevo Sevilla para mi es Fernando Navarro, que mantiene y está empezando a superar con creces el nivel del que gozaba la pasada campaña hasta que se lesionó en el fatídico 2-6. Si Navarro sigue en esta escala creciente, y supliendo su falta de calidad técnica con mucha dedicación y trabajo, puede ser que por fín podamos estar tranquilos en la posición de lateral zurdo que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado estas últimas temporadas.
En ataque, ¿qué puedo decir?
Un auténtico baño en cuanto a la contemporización y control del partido, tanto en el campo como en el banquillo, hasta que ha llegado la tangana. En el arranque era de esperar un Nápoles lanzado y buscando el gol, a un ritmo que estaba claramente por encima de sus posibilidades. Cuando se les ha notado, el Sevilla aprieta, marca y controla el partido. En el segundo tiempo, Marcelino da entrada a Medel para que, con Salva, ganemos contundencia en el mediocampo ante el nuevo inminente acoso napolitano y cuando han parado a coger aliento, apretamos, contraatacamos con nuestra letal pegada y gol. Y a controlar el partido, aunque nos ha costado bastante más y tras la tangana ha sido imposible.
De cualquier modo, impresionante la versatilidad de Manu del Moral, el trabajo de Trochowsky, que cada día se crece más y más con nuestra camiseta y el desparpajo de Armenteros, que en mi opinión ha estado de notable, entrando y ayudando a jugar a Del Moral y a Kanouté. Perotti, como muchas veces, ha estado rápido para encararse con los contrarios pero lento para encarar la portería. Quizá la cruz haya sido Navas, que sobre todo en el primer tiempo ha estado bastante precipitado en muchos lances, disparando desde fuera del área con muy deficiente puntería. Es lo único que le falta al palaciego, disparo. Si Navas chutara como corre o sirve balones sería probablemente el tercero en discordia entre los presuntos dos mejores jugadores del mundo.
Un gran detalle de Marcelino terminar todos los partidos con un equipo plagado de canteranos, dándoles a chavales de los que mucho se espera bastantes minutos para que desfoguen y se hagan al equipo. Ha sido un verdadero gusto ver cómo los Campaña, Luis Alberto y compañía han jugado al ratón y al gato en los minutos finales.
En definitiva, una buena prueba, pasada con buena nota, frente a un equipo Champions. Estoy seguro al 100% que jugando así el día 18 (y sumando a Negredo y Cáceres a todo esto) vamos a poder encarar el derbi con la tranquilidad que da una eliminatoria pasada en la ida.
Una noche más, y ya van muchas este verano, que me voy contentísimo a dormir ;-)
Ahora más que nunca, SFC!
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