Si nos ponemos a pensar, ciertamente todos hemos perdido la paciencia más de una vez con algún árbitro. Incluso yo ahora, afrontando los inicios de mi segunda temporada en el Colegio y sabiendo de primera mano lo que se siente y lo complicado que es, a veces me mosqueo.
Pero he de reconocer que me mosqueo mucho, muchísimo menos que antes.
La verdad he de decir que un árbitro de Primera División no tiene nada que ver con uno de Tercera o de Preferente, pero en esencia, todos somos personas, todos hacemos lo mismo y todos nos equivocamos.
Miguel Ángel Pérez Lasa no es santo de devoción del sevillismo. Acusado, menospreciado e insultado por nuestra afición por ser aficionado a Osasuna y ser residente en Pamplona cuando, en muchas jornadas, ha sido designado para arbitrar los Sevilla - Osasuna. Realmente el odio por éste árbitro en nuestra parroquia ha sido muy grande.
Pero hace un tiempo, poco antes de meterme a árbitro, vi un reportaje que le dedicaron a Pérez Lasa en el que se ve todo aquello que no se ve de la labor arbitral. Los viajes, las noches fuera de casa, el entrenamiento, la asistencia a conferencias y clases, la preparación y el sacrificio que esta labor requieren. Todo ello para que treinta mil, cuarenta mil o cincuenta mil (en mi caso 50, 100 o 200 como mucho) personas todos los domingos se acuerden de tu familia al completo y te vejen hasta el límite.
Muchos pensarán que en el dinero que nos pagan por partido está incluido el derecho a insultar. Realmente me gustaría que más de uno se pusiera en la piel de no ya Pérez Lasa o cualquier árbitro de élite, si no de cualquier chaval que va todos los domingos a pueblos de la talla de Las Navas, La Puebla de los Infantes, Casariche, Brenes o Alcolea del Río, por poner ejemplos. A ver quién aguanta eso por dinero y no por vocación y realización personal.
Aquí os dejo el reportaje, para todo aquel que tenga ganas de conocer un poquito mejor lo que se esconde detrás del silbato y la equipación amarilla. Además, uno de los dos partidos en los que se analiza la labor de Pérez Lasa es el Sevilla - Villareal de la temporada 2007/2008 y podéis ver zonas del Pizjuán que nunca ven los aficionados, lo que se habla a pie de campo, las broncas que se echan entre los propios colegiados y otros muchos detallitos que son una delicia.
De vergüenza lo que ha salido hoy en las noticias. Persiguiendo un equipo entero (cuerpo técnico incluido) al arbitro con palos. El motivo detonante fue el retrasar el saque de una falta (en campo propio por cierto). Lo anterior no lo se pero no tiene justificación alguna. Pobre hombre.
ResponderEliminarLo he visto, DesdeCoria, y desconozco las medidas que se van a tomar, pero este equipo debería desaparecer, o al menos prohibir tanto a los jugadores como al cuerpo técnico que entren más en un campo de fútbol.
ResponderEliminarEs bochornoso.
Muy buena esta publicacion, la verdad que el mundo arbitral es bastante desconocido pero tambien es cierto que no se dan a conocer al publico en general por lo que tengo entendido. Si por ejemplo, despues de los partidos hicieran declaraciones y se mostraran mas "humanos" (en el sentido de cercania con el publico) creo que la gente les respetaria mas. Por supuesto no justifico en absoluto la conducta en los estadios con respecto a ellos, creo que es un problema de educacion individual.
ResponderEliminarEn fin...otra publicacion excelente por tu parte.
Dando por hecho que tienes razón cuando dices que no se puede insultar, nunca, y mucho menos sin conocer lo que hay detrás (la persona, el esfuerzo realizado para llegar ahí, etc.), a mí me gustaría matizar algo.
ResponderEliminarYo creo que, además de hacer una labor pedagógica para que la gente se comportara de un modo más civilizado en un campo de fútbol, tampoco estaría de más recordarles a los que mandan que estamos en el S.XXI y que con la tecnología que hay no tiene sentido que el resultado de un partido (con la de millones que hay en juego) tenga que estar supeditado a que una persona HUMANA tenga un buen día, acierte, se equivoque o vea mejor o peor una jugada.
Los videomarcadores son muy grandes, los ve todo el mundo y muchas jugadas dudosas se aclararían sobre la marcha si el árbitro pudiera ver lo mismo que vemos todos los demás por televisión.
¿Que por qué no se hace?
Yo soy mucho de ideas conspiratorias. Estoy convencido de que es porque no le interesa al que tiene el dinero. Porque con la situación actual puede jugar, manipular y hasta sobornar.
Son estos los que le están quitando dignidad al arbitraje. Estas cosas en tenis, por ejemplo, no pasan.
Y respecto al primer comentario, yo también prohibiría competir a ese equipo. Si insultar es vergonzoso, ya me dirás como se puede calificar eso.
Un saludo
Pues sí, Ravesen. La pantalla puede ser muy buena, como ya vimos en la final del mundial del 2006, en la que ningún colegiado vió el cabezazo de Zidane salvo Medina Cantalejo, que lo vio, se lo dijo al árbitro, el árbitro dudó, miró en la retransmisión que había en el marcador y roja. Buena expulsión. Acto seguido la FIFA retiró la retransmisión de los partidos en los videomarcadores... Un poco extraño todo.
ResponderEliminarAdemás, la misma tecnología del ojo de halcón podría usarse para determinar el fuera de juego. Cuando hubiere, un dispositivo avisaría al árbitro y santas pascuas.
De todas maneras, todo esto son suposiciones.
Lo de la tecnología es para irnos olvidando viendo los pasos que se dan. Pero como dice Ravesen , viendo lo que ha pasado en Italia por ejemplo, una de las mejores ligas del mundo... Al menos podrían tomar alguna medida para salvaguardar la integridad del árbitro. Entiendo que un árbitro es humano, pero un fútbolista también lo es y un fallo suyo en el juego es sancionado, mientras que parece que hay miedo a que se demuestre en directo un error del árbitro (cosa totalmente revisable por televisión o por radio). Además en una Liga donde la mayoría de equipos son sociedades anónimas y que entre o no la pelotita hace variar el presupuesto en millones de euros... Lo justo sería mejorar (con medios técnicos por ejemplo) el arbitraje para no "estafar" a nadie con sus inversiones y gestiones...
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