No os voy a engañar si os digo que no tengo ni una pizquita de ganas de que haya partido. Después del fracaso en la UropaLi estoy de luto o de penitencia o como queráis llamarlo, pero no puedo, no quiero ver otro revés al delicado estado en el que se encuentran nuestros ánimos sevillistas.
El partido de hoy es espinoso. Muy espinoso. Este mal llamado derbi hace que se nos ponga muy dificil recuperar un poco los ánimos por varias razones.
Primero porque viene a Nervión un equipo que ha gastado alrededor de cien millones de petrodólares en jugadores de la talla de Van Nistelroy, Toulalán o Santi Cazorla. Una explosiva mezcla de veteranía y juventud con mucha, muchísima calidad confeccionada a golpe de talonario que tiene ganas de demostrar que quieren entrar en esta liga pisando fuerte. Y qué mejor manera, dirán ellos, que ganándoles en su casa a su "gran rival" por la supremacía del fútbol andaluz (como si tuviéramos algún punto de comparación).
Segundo porque, no sé la razón, el Málaga, desde su refundación y vuelta a la élite, nos gana siempre en casa. O casi siempre, leo en algunos blogs que sólo hemos ganado uno de los últimos ocho partidos. Brutal. No sé qué diantres nos pasará con esta gente, pero nos ganan y en todas esas derrotas, el equipo que teníamos enfrente era un equipo de medio pelo que luchaba por no descender. Ahora viene con jugadores de auténtica talla mundial. Miedo, auténtico miedo me da.
Tercero porque, ya que a perro flaco todo son pulgas, ya tenemos a Kanouté lesionado, Negredo tocado, Rodri en el Barça B y el hipotético delantero que va a venir en su casa comiendo pipas. Un equipo que, en teoría, aspira a Champions, juega su primer partido de Liga con un delantero convocado. Bueno, también está Fazio, que es muy polivalente el chico ;-)
¿Terminamos de reventar a Negredo? ¿Ponemos a un mediapunta de delantero? ¿Subimos a otro chaval del filial? Realmente no sé qué va a inventar mañana Marcelino para aguantar todo el partido, pero ciertamente va a ser muy sorpresivo.
Cuarto, no me extrañaría que, tras apelar al poder de la afición, esta responder y llevarse un fiasco de los que hacen mella para mucho tiempo; esta vez la afición "castigue" al equipo, lo abandone un poco y se vea un ambientazo como el que vemos en la foto. Realmente, no somos una afición tan catastrofista, pero creo que el ambiente va a estar bastante frío y eso lo va a notar el equipo una barbaridad. Además, de perder mañana, tenemos que esperar dos semanas para volver a ver fútbol, con la imagen del desastre grabada en nuestra retina hasta que podamos resarcirnos. Dos semanas con tres derrotas en la memoria son muy largas.
Por esto, principalmente, creo que el partido de mañana reúne una serie de condiciones ineludibles para que saquemos un resultado no malo, malísimo. Ojalá me equivoque, desempolvemos la casta y el coraje y nos traigamos los primeros tres puntitos luchando hasta el final, resucitando como aquel que está al borde del KO y en un arrebato de valentía resurge de sus cenizas y destruye a su rival con un golpe certero.
Ojalá podamos estar dos semanitas pensando que aún tenemos mucho que decir. Esto no lo dudo ahora, y no lo dudaré mañana si perdemos, pero nuestro corazón sevillista está demasiado dolido aún para ser optimistas.
Todo cambiará con el tiempo. De momento, a por ellos.
Suscribo tus palabras al 100%. Hoy se verá si Marcelino vale o no para entrenador del SFC, porque la situación en la que se halla el equipo sólo son capaces de solventarla los buenos entrenadores. Marcelino, a día de hoy, me ha decepcionado un poco. Si hoy se ve un numerito, cosa muy probable, sabed que el proyecto tiene fecha de caducidad, más pronto que tarde. Ojalá me equivoque.
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