Para la Real, Sevilla siempre será el escenario de un drama. No importa cuántos años pasen, el Sánchez Pizjuán siempre nos traerá el recuerdo de haber perdido allí una Liga en 1980. La primera. La que tendría que haber servido para que el equipo txuri urdin se convirtiera, de hecho, en el más grande de los pequeños y el más pequeño de los grandes, como denominó al conjunto donostiarra el periodista Gorka Reizabal. Eso se produjo sólo un año después, en Gijón, con el gol de Zamora, pero la herida siempre estará abierto.
Habría que habérselo imaginado cuando, allá por el año 1935, la primera visita liguera de la Real al Sevilla se saldó con un contundente 7-2 y el descenso a Segunda. Y fue en el Sánchez Pizjuán donde descubrió lo dura que es la Segunda División de nuestros días, jugando contra el Sevilla Atlético es un estadio de Primera semivacío. Y eso que el Sánchez Pizjuán no es mala plaza para la Real. De 52 partidos, once victorias realistas y otros tantos empates. Es difícil olvidar aquella gloriosa remontada de febrero de 1997. En los últimos cinco minutos, Gracia, Mutiu y De Pedro levantaron el claro 2-0 que señalaba el marcador. El Sevilla recordará aquel día por el cese de Camacho.
Aquel día la Real inició una serie de cuatro visitas sin conocer la derrota en Nervión. Entre medias, casi gana otra Liga, en 2003. El Sánchez Pizjuán vivió uno de esos episodios de la suerte del campeón, campeón que no fue pero mereció ser. Gol de Karpin, 0-1 y a casa. Sin merecerlo. Pero cuando el Sevilla alzó su grandeza y ganó títulos, su campo fue una plaza inexpugnable para la Real. El cuadro txuri urdin acumula cuatro derrotas en sus últimas cinco visitas. ¿El 3-2 remontando y contra nueve realistas de la temporada 2005-2006? Todo un reflejo de lo que es ahora mismo para la Real jugar en el Sánchez Pizjuán.
Visitar al Sevilla siempre infunde respeto. Un tal Kanoute ya destrozó a los jugadores entonces de Martín Lasarte hace unos pocos meses. El Sevilla es un equipo nuevo, con nuevo entrenador. La Real también. El nivel de los hispalenses probará hasta dónde puede ser capaz de llegar la nueva Real de Philippe Montanier.
Un texto cuanto menos halagador, y que denota el respeto que se le tiene al Sevilla FC en todos los sitios que no son nuestra ciudad. Esperemos ver un pedazo de partido y que ganemos como el año pasado. Eso sí, mucha suerte a la Real, y ojalá le pueda hacer un siete también al Madrid como ya se lo ha hecho al Barça.
Muchas gracias de nuevo a Corazón Txuri Urdin.
Lo del 2-3 de Camacho fué para fusilarlo directamente, encima el tio diciendo que con cualquier otro entrenador el Sevilla hubiera ganado... el peor entrenador de la historia del Sevilla
ResponderEliminarEste tipo de iniciativas me encanta. Fomentan la deportividad y unen a las personas.
ResponderEliminarPor cierto, el ser veterano no conlleva no ser educado. Si alguien te pide el favor de escribir sobre tu rival de la semana, no creo que cueste demasiado trabajo hacerlo. Yo lo haría con los ojos cerrados, y de paso publicaría en mi blog lo escrito para el otro.
Un saludo