Enhorabuena al Granada por la victoria de anoche, son un equipo humilde y luchador que me gusta y espero que con la de anoche y algunas victorias más consigan el sueño de la permanencia.
Digo que me alegro de lo que pasó anoche y no es que me haya vuelto loco o masoquista. Evidentemente, no me alegro literalmente, pero la derrota de ayer me alegra en el sentido de que espero que sirva para cambiar muchas cosas.
La primera de todas, espero que habiendo sufrido (y van muchos este año) otro partido más por entregar más de ochenta balones al contrario, la inmensa mayoría de ellos balones fáciles en el centro del campo perfectamente evitables, el equipo y su entrenador digan basta y se entrene esta faceta del juego porque es realmente la que nos está matando partido tras partido. Nada de la impresionante solvencia defensiva con la que nos desenvolvíamos hace pocas semanas se vio anoche. Balones absurdos entregados al rival que, escopeteado y con más hambre que un perro chicho, nos mató en dos contras pero nos pudo haber metido cuatro o cinco perfectamente. Sí, nosotros también pudimos haberles metido cuatro, cinco y hasta quince, que fueron los remates entre los tres palos que hicimos ayer; pero no los metimos, y esto se trata de meter un gol más que el rival.
Siguiendo con esta idea de la entrega de balones al rival, desemboco en otra faceta que nos está destrozando como equipo. Sín Negredo no tenemos un referente arriba que marque los goles que fallan Navas, Trochowsky o Armenteros eso está claro. Tenemos a Manu, que hace lo que puede y ayer para mi hizo un partidazo, pero Manu no es suficiente y Kanouté, ya vimos ayer, que no está para nada. Teniendo en cuenta esta ausencia de delanteros, espero que la derrota de ayer sirva de sobra para dejar claro que hay que traer un delantero, sea el que sea, pero que venga y los calvos no nos hagan de nuevo la fantasmada.
También me alegro de la derrota porque espero que sirva para dejar claro que, aunque lleguemos, rematemos y creemos peligro, lo de ayer ocurrió porque el equipo que estaba enfrente era el Granada CF, un equipo peleón y trabajador pero muy muy cortito táctica y cualitativamente. El equipo juega de memoria, sí, pero de mala memoria, es repetitivo, previsible, intenta continuar con el juego por bandas cuando no hay un rematador. El antaño extraordinario recurso de centro de Navas gol de Kanouté está ya muy manido, sobre todo cuando el 80% del juego de ataque del equipo se resume a esto.
Hay que cambiar efectivos, cambiar la actitud, hay que refrescar un poco al equipo con gente que tenga muchas ganas y qué casualidad que en el banquillo tenemos a una de las mejores generaciones de canteranos de los últimos años. Yo hubiera colocado ayer mil veces antes a Campaña que a Rakitic de inicio. Hubiera colocado antes a Luis Alberto por la banda intercambiando su posición con Trocho en mediapunta y dejando a Manu solo arriba. Ése habría sido mi once, dando pie absoluto a mi afán especulatorio.
La única verdad de todo esto es que ayer palmamos. No conseguimos el récord, no conseguimos aferrarnos al tren de la Champions, no conseguimos ganarle al tercer colista seguido que visita Nervión (ahora el colista es el Getafe) y no conseguimos ahuyentar los fantasmas que nos persiguen, esos fantasmas que se llaman falta de identidad y nerviosismo.
Esperemos que cuando vuelva Negredo, al menos en la faceta goleadora, estemos más cubiertos. No se acaba el mundo, para nada, seguimos quintos, a cuatro puntos de la Champions, sólo hemos perdido un partido de 10, ojalá pase esto hasta final de año. Sin embargo, si antes decíamos que el equipo necesita tiempo para construirse y si se consiguen puntos mientras tanto pues mejor, el problema es que ahora no estamos consiguiendo esos puntos. Poniéndonos catastrofistas, decíamos que podíamos coger 6 de 9 puntos en estos ultimos partidos y al final han sido 2 de 9. Hemos aprobado y con nota nuestro periplo por campos y enfrentamientos tan duros como el del Valencia, Atlético o Villareal y justo cuando el Sevilla empieza sus semanas cómodas empezamos a pinchar y nos vuelven a dejar en evidencia, otro año más y ya van muchos, los equipos de abajo.
Por ello, me alegro de la derrota, a ver si así se nos baja, como decía el bueno de Caparrós, el azúcar y nos concienciamos de que ni somos un súperequipo ni vamos a ganar por la gorra. Habrá que esperar una cinco días y ver cómo sale el equipo en Mallorca. Un nuevo resultado negativo en la isla sería un guantazo demasiado duro a nuestra ilusión. Cada vez tengo más claro, cuanto más grande es la ilusión, más grande es la decepción. Ojalá pueda dejar de ser tan pesimista por una vez.
El pesimismo post derrota es normal.Y si es en casa y contra el colista recién ascendido, pues mucho más. Pero esto es el campeonato de la regularidad. En esta jornada la sorpresa la dio el Granada en Sevilla. Otro día será el Getafe en Valencia (por decir algo), y el siguiente el que quieras en el campo que te de la gana. La competición pone a cada uno en su sitio, más allá de resultados extraños como este.
ResponderEliminarLo importante es tener claro lo que se quiere y pujar por ello. Marcelino parece tenerlo claro. Otra cosa es que consiga imponerlo antes de que le coma una racha de malos resultados.
Esperemos que lo haga.
Un abrazo