Es complicado, muy complicado, escribir en estos momentos, expulsar todo lo que se lleva dentro sin que se note el mosqueo y sin pasarse de la raya. Generalmente en estos momentos uno pasa de todo y se mete en la cama a calmarse. Pero si escribo mañana, quizá en frío no diga todas las cosas que quiero decir y eso sí que no.
Por que hay bastantes cosas que decir y ninguna es buena.
Nueva derrota del Sevilla FC, la sexta de la temporada, las mimas que victorias. Seis jornadas llevamos ya sin ganar y sólo hemos ganado dos partidos desde aquella ya lejana noche en la que con un empate en el Nou Camp nos creíamos los reyes del mambo. La polla en verso. Los mejores del mundo en aquello de la media inglesa. Hoy, dos meses y pico después, estamos undécimos, la peor posición a estas alturas de temporada desde la 2003/04 que estábamos 15º con un punto menos.
En estas últimas trece jornadas hemos conseguido perder seis partidos, dejar la diferencia de goles en -1, eliminarnos de Copa y permitir que todos nuestros potenciales competidores y alguno más nos hayan adelantado y además, muchos de ellos, ganándonos en nuestros enfrentamientos directos (Levante, Athletic y ahora Málaga).
Emocionado estoy de lo bonitos que son nuestros números. Pero más aún me emociona y me llena de gozo el juego del equipo. Qué osadía, qué desparpajo, qué forma de mover la pelota, de correr y de luchar. ¿Ah, que jugábamos para ganar? Yo pensaba que es que estábamos de cachondeo, por eso esta serie de agradables apelativos.
No ha estado nada bien el Sevilla, cagón y perdido desde el minuto 1, y no digamos del minuto 7 cuando nos hacen el 1-0, con Coke saltando mirando a las musarañas. Y después del 2-1, con una defensa que parecían bolos en una bolera diciéndole a la pelota: "Vamos, entra, es por aquí". En definitiva, pésima la zaga, a la que no le queda absolutamente nada de lo que se vio en las primeras jornadas.
Me alegró la alineación titular de Rakitic, al menos podríamos ver alguna variante y dejar Trowchosky en el banquillo. Hoy creo que ya nos ha debido de quedar a todos claro porqué se alinea al alemán y no al croata. Cuando ha entrado Trowchosky es cuando el Sevilla, por fin, tras 75 minutos comiendo pipas, ha reaccionado y ha incluso marcado un gol totalmente legal anulado por fuera de juego.
Y digo legal, porque ha sido legal y lo que ha llevado al asistente de Muñiz Fernandez a levantar la bandera ha sido su mala colocación en el momento del pase (podéis ver la foto), más de un metro por delante del último defensor malaguista, que, os lo digo por experiencia, distorsiona completamente la visión de la posición de fuera de juego. Os recuerdo que la línea del fuera de juego se mide por los pies de los jugadores.
Por parte de Muñiz Fernández, el peor árbitro de Primera División para mi gusto, lo único reseñable es no sacar tarjeta roja directa a Isco cuando realiza una criminal entrada sobre Negredo que no le ha partido la tibia y el peroné en tres sitios de milagro.
Negredo, para mi, el único que le ha echado huevos y casta a un partido que hemos dado por perdido desde el principio, con una magistral pseudo-asistencia a Luna que ha dejado sentado a todo el estadio. El nuevo, Babá, que ha salido por Reyes (que esperemos que no tenga nada porque si no ya sería la hecatombe total), ha estado como suelen estar los nuevos fichajes que juegan casi recién bajados del avión, perdido y con muy poco argumento combinativo, aunque ha tenido algún detalle. Demosle tiempo para madurar.
El que ya ha tenido suficiente tiempo para madurar y se ha quedado para zumo es Marcelino García Toral. ¿Qué excusa más va a poner? ¿Qué más va a decir? Si no es la suerte, es el árbitro. Si no es el árbitro, es la lesión de X. Si no es una lesión es que el precio de los melocotones ha subido. Lo único que dice a derechas es que "se sigue viendo capacitado". No me parece justo que se mantenga a este señor en el banquillo del Sevilla FC estando 11º, eliminado de todo, con un saldo de -1 goles y teniendo una capacidad de reacción totalmente nula cuando el partido se pone un poco cuesta arriba; y a otro entrenador, llamemosle Manolo, del Arahal, se le cesara estando 5º, a dos puntos de la Champions, con un saldo de +12 goles y clasificado para la final de la Copa del Rey sólo por estar 5 partidos sin ganar (bueno, todos sabemos que no fue sólo por eso, pero sí objetivamente).
No me parece justo ni coherente si se quiere salvar la temporada. Sí, podemos decir que estamos a "sólo" cinco puntos de la Champions. Pero es que estamos a sólo seis puntos del descenso y entre nosotros y la Champions y nosotros y el descenso hay el mismo número de equipos, seis. Creo que está igual de difícil ir a la Champions como igual de fácil caer, en dos o tres jornadas a puestos de alarma total si no se toman decisiones rápidas.
Que se haga lo que sea necesario, pero yo creo, objetiva, subjetiva, moral y argumentadamente que mantener a Marcelino más de dos jornadas (que es lo que nos separa de Champions y lo que nos separa del descenso) sin ver un auténtico giro de timón nos va a salir muy pero que muy caro.
Pero esto sólo es mi opinión. Como última reseña, quisiera adjuntaros el lamentable titular que se ha sacado de la manga Marca para la crónica del partido.
No les queda na a los jeques árabes para mandar en Andalucía. Sólo 37 años en Primera y nosotros en Segunda, quitando 3 títulos continentales y otros tantos nacionales. Ya pueden ir poniendose el mono de trabajo. De momento, creo que el momento en que el Málaga sea el equipo que mande en Andalucía no lo ven ni mis nietos.
Salud y Sevilla Fútbol Club.
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